28.10.06

correspondencia padre hijo - p.1

1.


Mas temprano que tarde (1832) padre e hijo publicarán bajo apéndice del primer volumen del libro paterno, titulado “Este apéndice versa sobre: La ciencia del espacio absoluto con una demostración de la independencia del axioma XI de Euclides, que no se puede decidir a priori, y en adición la cuadratura del círculo en caso de falsedad”.


Es decir,


Mas tarde que temprano hijo y padre gritaron ¡gloria eterna! a la memoria de la madre patria cuando las acciones ameritaban el recurso instituido del territorio simbolico-fáctico-nación-en-proyecto y las ideas exigían ejecuciones monumentales, el gran espacio que produce las grandes obras sin pasar por el personaje. 2000 años esperando una salida del territorio, de la geometría fundadora de ciudades y regímenes orgullosos, al quinto postulado de los Elementos, puerta giratoria, apertura de las vanguardias, guía de intuiciones minoritarias.


En instantes en que el pensamiento tensiona la necesidad por múltiples esquinas, una torcedura provoca un quiebre más allá, un elemento abandonado extiende más pronto su a priori de roturas y cubre sin saberlo el suelo no caminado por el aparato que aplana. En la emergencia de un saber, el escenario tiembla ante un nuevo interino, se reúnen formularios y trazan estrategias, se saturan los conductos regulares, se colman los lobbys de las casonas, se engrasan las esquinas de los callejones, se arrugan las sabanas de las alcobas de algunos importantes y sobretodo se rajan los colchones de algunos desconocidos de profunda incidencia en los devenires de las naciones. Se fuman los cigarros guardados, se arrancan las medias, se proclaman los estatutos de riesgo y previsión, se reducen las enumeraciones, se les intercambia con puntos suspensivos y slashes tajantes en ambiguas descripciones, interpretaciones quirúrgicas dan paso a las más entrañables infecciones y contratos para detener las septicemias.


El espacio suspendido entre punto aparte y mayúscula desata espirales y guerras morales. Por la inscripción jeroglífica de unas señas que indiquen existencia. De carne y sangre y presencia. De letras flotantes en el fotograma mallarmeano explotadas por la extensión del territorio, en el límite de su cohesión, así también instituyen estado y nación. Es la acción del tiempo y del ahora que pide Bolívares de sal en la contingencia de los minutos, en la corredura del ganado donde el bingo decide quien es quien en las fechas señaladas. Las puertas se entrecierran y los sujetos se aprietan en el empujón final. Cae la bola, los dados se cargan en cuestión de segundos, es la función del juego. El escenario aparte esta hecho de discursos menores y desplazamientos mayores, de educaciones imprevisibles y violaciones sagradas productoras de plusvalías en crecimiento exponencial. La Historia que no acaba nunca a maldición de sus partículas. Puñetazos en la cabeza devienen obras maestras de la literatura que puñetean las cabezas de los nacidos bajo signo del estado del bienestar. Ahí donde no ocurre nada, corre sangre por fuera de las venas y los tejidos, por la intemperie que no ve la luz.


Pablo Fuentes C.

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