8.3.06


Ahí sigue ella,
entre claveles y suspiros que anochecen
masturbándose furiosamente
en sus fantasías de adolescente
de tiempo obtuso que viaja en paralelo
a la realidad que duele
de recuerdos amarrados a saudade que mata
y oscurece
Redime en su mente, de niña ahogada
en lo extenso de las calles
que despierta al descontrol
en los paseos por los parques
Sus manos buscan
mirando hacia atrás
en rostros
voces perdidas
Se consume al no encontrar
al comprender el daño sin piedad
Recorre parpadeo tras parpadeo
el método que escapó a la razón
Su vista clavada en las palabras
las promesas
los rezos
Su corazón intacto
en la individualidad del miedo que bloquea
La inoperancia sistemática
de la aniquilación del verbo que descansa
en el silencio
en la pausa necesaria
para evitar evitarse
para borrar lo indecible
el desgobierno
Su alma en la despensa
a vista y paciencia
pero escondida
A vista y paciencia
la ilusión
No era
y si fué
Sólo Dios sabe qué.


Jaime Quezada Ortega

3 comentarios:

ABSINTHE dijo...

hola....

Anónimo dijo...

ninfas trepan su almohada y ella se ruboriza...
tu te ruborizas cuando las ninfas trepan tu almohada?
yo no, ya he perdido toda evrguenza
besos desde aca
tu amiguilla
rocio!!

Anónimo dijo...

terrible de pulento tu tejto cauro
lo mas impastante desde la resurresion
del conde candy,eso si ,es entre medio
califa y medio paentro,